La Biblioteca Jorge Luis Borges de la Academia Argentina de Letras informa que después de treinta años de destacada gestión nuestro director, Alejandro Enrique Parada, se retira para disfrutar del beneficio de la jubilación.
Compartimos una breve y sentida reflexión sobre la biblioteca que nos dejó para este boletín:
Una biblioteca puede ser muchas cosas. Cada persona le puede dar una forma o un significado. Para muchos es el lugar donde reside la felicidad de la lectura. Para otros una morada de la paz y la libertad. Para algunos, según la conocida metáfora borgiana, es un paraíso o, acaso, el Paraíso mismo. Algo celestial, como un ángel elegido sobrevolando la superficie de la tierra y consagrado al acto de leer. Pues una biblioteca no es un ámbito rígido ni estático. Es como un ser vivo que se parece a un árbol de la vida y de la lectura. O como un animal que desplaza la tibieza de su cuerpo para que sintamos la dicha de tocarlo. Todo eso y mucho más es ese conjunto palpitante de libros y textos. Pero también es un lugar maravilloso donde el furor del mundo no puede entrar y donde el silencio es el mayor de los gritos, casi un aullido. Y sobre todo, una biblioteca, como la de la Academia Argentina de Letras, posee la dimensión religiosa de un templo sin muros, donde lo diverso es uno y lo uno todas las diversidades. Donde las voces de las mujeres y los hombres son miradas plurales y corales. Donde lo sagrado ya no tiene un credo ni un dogma. Así es una biblioteca.
Alejandro E. Parada